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Las puertas correderas, ideales para ahorrar espacio, también pueden ser un atractivo complemento para su hogar. Desde los modelos tradicionales de corredera hasta las puertas con bolsillos, de una o varias hojas e incluso con motor, las puertas correderas están disponibles en diferentes materiales y tamaños para que pueda elegir según sus necesidades y requisitos de instalación.

Elegir entre una puerta corredera y una puerta de bolsillo

Puerta corredera tradicional

Las puertas correderas se montan sobre un carril que sigue la longitud de una pared, que la puerta cubrirá cuando esté abierta. Fáciles de instalar, estas puertas son menos costosas que las puertas de bolsillo, pero le costarán un poco más que una puerta con bisagras.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que una puerta corredera requiere que el espacio a lo largo de la pared esté libre de todos los objetos que puedan obstruir su camino, como mesas, estanterías, enchufes, interruptores de luz, etc.

Puertas de bolsillo

Las puertas de bolsillo también se deslizan sobre un riel, pero cuando se abren desaparecen por completo en la pared: Estas puertas ofrecen una gran solución de ahorro de espacio y son inigualables en términos de estilo. Las puertas de bolsillo también ayudan a que la habitación parezca más grande. Sin embargo, son más difíciles de instalar y requerirán una obra mayor.
Si está reformando, tendrá que cubrir una pared con pladur o madera para crear el doble panel necesario para ocultar la puerta. Las puertas de bolsillo son, por tanto, la opción más cara.

Media puerta de bolsillo

También es posible encontrar modelos que están a medio camino entre una puerta corredera y una puerta de bolsillo, una opción práctica si su pared no es muy profunda.
Una parte de la puerta corredera se inserta en la pared, mientras que la otra mitad queda a la vista (la mitad restante puede ser abatible o pivotante).

Guías y ruedas para puertas correderas

Tanto si están a la vista como si están ocultos bajo el revestimiento, los carriles de las puertas correderas pueden instalarse sólo en la pared o en el techo (para la puerta de una habitación, por ejemplo) o instalarse tanto en el suelo como en el techo (como en el caso de una puerta de armario). Como el carril está diseñado para soportar la puerta y permitir su deslizamiento, debe ser lo suficientemente fuerte como para soportar el peso de la puerta: Preste especial atención a la capacidad de carga: algunos rieles no pueden soportar más de 40 kg, mientras que otros están diseñados para aguantar más de 100 kg.

También hay que tener en cuenta la calidad de las ruedas. Opte por rodamientos de bolas para facilitar la rodadura. También vale la pena considerar un sistema equipado con un mecanismo de cierre lento, que evitará que su puerta corredera se golpee al cerrarse.

Guías motorizadas

Los carriles de las puertas correderas pueden estar motorizados, lo que significa que pueden abrirse pulsando un interruptor o un mando a distancia, o por detección de movimiento. Esta opción es útil para las personas con movilidad reducida o para una puerta de cocina, por ejemplo. Sin embargo, el coste de la motorización de las puertas correderas es bastante elevado.

Materiales de las puertas correderas

Las puertas correderas están disponibles en diferentes materiales, según sus necesidades y su presupuesto.

Puertas correderas de madera

Las puertas correderas de madera son atractivas y acogedoras: Pueden ser de MDF (tablero de fibra de densidad media) o de aglomerado con revestimiento de melamina, un tipo de tablero laminado recubierto de resina: Ambas opciones están disponibles en diferentes estilos, colores y acabados. Otra opción, más costosa pero de estilo más rústico y auténtico, es una puerta corredera de madera maciza.

El aislamiento térmico y acústico que proporciona la madera es excelente y puede elegir entre una amplia gama de especies. Sin embargo, requiere un cuidado regular.

Puertas correderas de aluminio

Las puertas correderas de aluminio son una opción especialmente elegante. Disponible en varios colores, este material no se oxida. La resistencia natural del aluminio permite crear grandes puertas correderas, pero son bastante caras y, si se colocan en un puente térmico de la vivienda, existe el riesgo de que se produzca condensación.

Puertas correderas de PVC

Las puertas correderas de PVC (cloruro de polivinilo) están disponibles en muchos colores diferentes y pueden diseñarse para imitar otros materiales, como la madera. El PVC, que proporciona un buen aislamiento térmico y acústico, es ligero, barato y no requiere ningún tipo de cuidado especial.
Sin embargo, como existe el riesgo de que se deforme con el paso del tiempo, algunos modelos están equipados con marcos metálicos de soporte.

Puertas correderas de cristal

Las puertas correderas de cristal permiten el paso de algo de luz al tiempo que ofrecen privacidad (si se fabrican con cristal coloreado, arenado o esmerilado). Aunque el cristal es atractivo, es más frágil que otras opciones de material. Preste especial atención al peso y a los requisitos de limpieza de este material.

Puertas correderas de varios materiales

Cuando se fabrican con una mezcla de materiales, las puertas correderas pueden combinar las ventajas y el estilo de cada uno (por ejemplo, aluminio y cristal, madera y cristal, etc.).

Dimensiones de las puertas correderas

Las puertas correderas suelen tener unas dimensiones estándar: las de una hoja miden entre 60 y 120 cm de ancho; las de dos hojas, entre 120 y 270 cm.

La altura estándar de estas puertas es de unos 203 cm, aunque algunos modelos pueden reducirse. El grosor de las puertas varía según el material: de 2,5 a 5 cm de media para las puertas de madera y de 6 a 8 mm para las de cristal.

Si tiene necesidades específicas (una puerta especialmente grande, por ejemplo), puede, por supuesto, optar por una puerta corredera a medida.

Accesorios para puertas correderas

La manilla de la puerta juega un papel importante en el aspecto general de la puerta, pero también debe cumplir los requisitos ergonómicos de la puerta corredera. Teniendo esto en cuenta, las manillas enrasadas suelen ser la opción preferida. El material de la manilla debe elegirse en función de sus propios gustos y de cómo quede con el material de la puerta. Por ejemplo, puede elegir entre madera, cristal, acero inoxidable o cerámica.

Un panel de cristal, o lite, puede añadir un toque decorativo a la puerta, a la vez que deja pasar un poco de luz y permite ver a través de parte de la puerta.